LOS BOILES QUE VALEN MÁS DE LO QUE CUESTAN?
CONSERVACIÓN DEL BOILE: EL PH.
Nuestro compañero Pedro Muñóz, ha tenido a bien compartir su sabiduría con todos nosotros, desde MOSTABAITS te agradecemos profundamente esta interesantísima aportación: gracias
En este artículo vamos a abarcar
aspectos negativos que influyen en la conservación de nuestros boilies caseros,
como es el pH, haciendo un repaso de quien o quienes son nuestros principales
enemigos y cómo se comportan en el medio, así como que agentes son nuestros
aliados para detenerlos.
Estas esporas en cualquier momento pueden “germinar” y
proliferar en nuestros cebos, y créanme que son un excelente medio de cultivo
para ellas, ya que contienen todo lo necesario para crecer (Aminoácidos,
azúcares, vitaminas…) por ello la importancia de detener ese crecimiento como
sea.
Si no tuviéramos ya bastante con esto, hay que añadir que
estos microorganismos alterantes los encontramos en el ambiente, sí has leído
bien, en el aire que tú y yo estamos respirando. Suerte la nuestra que estos no
son patógenos (peligrosos) para nuestra salud, es más much
A la hora de realizar nuestros
cebos caseros, uno de los puntos más importantes que tenemos que tener en
cuenta es el tema de la conservación de ellos una vez cocidos. Si bien es
cierto que el tratamiento térmico que les realizamos (cocción en agua o vapor)
elimina la mayor parte de microorganismos como bacterias, hongos y levaduras, pero
muchos de ellos desarrollan una forma resistente al calor, dichas formas
resistentes se denominan esporas, que no dejan de ser unas “supercápsulas”
envolventes que las protegen, aguantando los 100 ºC que suministra nuestro
tratamiento térmico.
Estas esporas en cualquier momento
pueden “germinar” y proliferar en nuestros cebos, y créanme que son un
excelente medio de cultivo para ellas, ya que contienen todo lo necesario para
crecer (Aminoácidos, azúcares, vitaminas…) por ello la importancia de detener
ese crecimiento como sea.
Si no tuviéramos ya bastante con esto, hay que añadir que estos
microorganismos alterantes los encontramos en el ambiente, sí has leído bien,
en el aire que tú y yo estamos respirando. Suerte la nuestra que
estos no son patógenos (peligrosos) para nuestra salud, es más muchos de ellos
son beneficiosos como las levaduras (bendita cerveza).
Una vez realizada esta
introducción, vamos a ponerle cara a los enemigos de nuestras bolas:
1º) Aspergillus: Constituye un grupo
extenso de hongos, los cuales son muy característicos debido al color del moho
que producen ya que presentan diversos colores. Son conocidos vulgarmente como
el “moho del pan”.
2º) Penicillium:
Otro hongo muy popular que abarca a un gran número de especies, y que gracias a
él se descubrió la penicilina. Produce un moho poco filamentoso de color
blanquecino, muy típico en las naranjas.
3º) Rhizopus: Este hongo produce un moho de color blanco con muchas esporas
en el cual se puede observar un gran micelio (pelos).
Como podemos ver
la mayoría de enemigos que nos encontramos son hongos, pero además de estos
existen muchas levaduras que son las responsables de un olor característico
dulce, alcohólico en nuestros cebos cuando llevan un tiempo almacenados fruto
de la fermentación que se produce en ellos.
Por consiguiente
es necesario mantener a estos agentes a raya. Pero ¿sabemos qué condiciones hay
que cumplir para que no proliferen? En anteriores artículos se han tratado
muchos aspectos importantes para la conservación de los boilies, como sabemos
la temperatura, la humedad relativa (ambiente) y la actividad de agua (la
propia que tienen los boilies) son factores clave. Por eso es muy importante
que se almacenen en lugares con poca humedad, secos y a una temperatura que no
supere los 25 ºC con carácter general.
Un factor no menos
importante es el pH del interior de boilie. El pH se puede definir de una
manera entendible, la acidez o alcalinidad que tiene un medio, graduado en una
escala del 1 – 14, siendo 1 muy ácido (más que un limón) o nada alcalino y 14
siendo nada ácido y muy alcalino (como la lejía).
Todos los
microorganismos tienen un pH en los que se pueden desarrollar plenamente y
crecer de manera muy rápida, siendo éste
el pH neutro (pH 7). Por debajo o por arriba de ese pH su crecimiento se ve
alterado debido a que sus enzimas no pueden trabajar de la mejor manera
posible. Pero ¡OJO! no quiere decir que dejen de crecer, simplemente ralentizan
su actividad metabólica y por ello su crecimiento, este mecanismo lo utilizan
para saber hasta donde tienen que reproducirse, ya que todos los
microorganismos cuando crecen consumen fuentes de carbono y nitrógeno, excretando
sustancias ácidas o alcalinas al exterior fruto de su actividad metabólica, con
lo cual cuanto más crecen más productos de desecho generan y por consiguiente
mayor ralentización de crecimiento. Este fenómeno se denomina “Retroalimentación”.
Podemos decir que
a pH bajo entorno 2-3, los hongos se encuentran “incómodos”, aunque tienen un
rango de actividad muy amplio desde pH 2 hasta pH 9.
Entonces podríamos
pensar que adicionando algo a nuestros boilies que produzcan una disminución o aumento de ese pH, tendríamos
solucionado el problema de crecimiento fúngico, o mejor dicho que crezcan de
una manera mucho más despacio.
En la industria
alimentaria, uno de los conservantes naturales más empleados, es el ácido
cítrico, comúnmente encontrado en muchas frutas ácidas como el limón, kiwi,
naranja… cuyo pH es de 2 y que en su mayoría es producido industrialmente a
partir precisamente de un hongo, en concreto el Aspergillus niger. Por ello nos
hace pensar que si un hongo puede producir ácido, podrá vivir en entornos
ácidos, con lo cual no los elimina pero si los ralentizan, proporcionando una
vida útil en alimentos de unos 6-12 meses dependiendo de la naturaleza del
alimento.
Como inconveniente
es que al tratarse de un ácido, modifica el sabor y sabiendo que para
ralentizar dicha actividad fúngica se necesita un pH bajo, deberíamos adicionar
una cantidad considerable de esta sustancia y por consiguiente serian ácidos
como un limón.
BOILE CASERO CON 74 DÍAS DE CONSERVACIÓN. |
Conociendo sus
limitaciones, he podido conseguir un resultado bastante aceptable a la hora de
la conservación de los boilies adicionando ácido cítrico, dependiendo del tipo
de base mix que utilicemos podremos ajustar las cantidades consiguiendo de este
modo diferentes tiempos de conservación tal y como se señala anteriormente. En
caso de no disponer de ácido cítrico como tal, se puede adicionar sin
problemas jugo de limón.
Con esto no
quiero decir que el mejor conservante sea este, ya que de manera sintética
existen otros muchos que actúan de una manera extremadamente eficaz utilizando
otros mecanismos de acción sobre los hongos, mohos y levaduras como pueden ser
los benzoatos y sorbatos en forma de sal sódica o potásica, muy empleadas en la alimentación. Simplemente
es una opción más a tener en cuenta, ya que conociendo cómo se comportan los
enemigos de la conservación tenemos un gran abanico para investigar y sacar
cada uno sus propias conclusiones y que desde aquí os animo a ello.
Espero que haya
aportado mi granito de arena, y también agradecer a Antonio esta oportunidad
que me ha brindado para colaborar en este magnífico blog sobre lo que más
amamos (después de nuestra parienta… o no…) que es la pesca.
Y… lo más
importante…¿¿¿Dónde nos vemos??? Efectivamente
por las orillas!!!!!!
Pedro
Muñoz
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